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Una pequeña demo de lo q hace un pende pro :D
Leyenda a los 13 años
Nº1 del skateboard mundial
Aunque está en plena edad escolar no va al colegio; no tiene tiempo. Está demasiado ocupado viajando, ofreciendo exhibiciones, filmando vídeos promocionales, estampando autógrafos, compitiendo o discutiendo con su agente las condiciones de algún contrato millonario a través de un móvil de última generación. Son los efectos colaterales de haberse convertido en una leyenda a los 13 años.
Ryan Sheckler cumplió ayer 15 años. Hace ya dos que su vida es una locura, y todo porque su habilidad con el monopatín es extraordinaria. Este genio precoz llegó al lugar oportuno en el momento adecuado, en plena fiebre por las modalidades deportivas extremas, y su talento le ha convertido en un auténtico icono para toda una generación. Y eso tiene consecuencias: posee coche propio cuando aún no tiene edad suficiente para sacarse el carnet, una casa cuando ningún banco le concedería una hipoteca, diez patrocinadores personales y una página web con tienda online incluida en la que vende a precio de oro sus tablas personalizadas y DVD's (www.ryansheckler.com), entre otras cosas.
Esta madurez acelerada comenzó en febrero de 2003, con su debut en el circuito profesional de skateboard, aunque las bases se habían sentado mucho antes, cuando tenía sólo 18 meses y le echó el ojo a una tabla con ruedas; apenas sabía andar pero se desplazaba sobre ella pasillo arriba, pasillo abajo, impulsándose con la rodilla. Y en cuanto aprendió a caminar con soltura sobre las piernas sus progresos fueron tan rápidos como sorprendentes. A los seis años ya ejecutaba sin problemas algunos saltos y cabriolas simples. Y ahora es capaz de cualquier cosa: giros de 360 grados, peligrosos descensos sobre barandillas o saltos increíbles que le han costado una fractura doble en un pie.
Le bastaron tres meses para descubrir los entresijos de la máxima competición y hacerla suya: en junio, con sólo 13 años y 1,47 m. de estatura (actualmente ha crecido 10 cm. más) venció en el Slam City de Vancouver (Canadá), convirtiéndose en el campeón más joven de la historia de una prueba de la Copa del Mundo. Al mes siguiente se imponía en la Van's Triple Crown de New Jersey, y en agosto y septiembre colocaba la guinda al pastel: oro en los X-Games, la olimpiada de los deportes extremos, y otro oro en los Gravity Games, respectivamente, superando a competidores que le doblaban en edad. A final de año se llevó todos los premios al mejor 'skater' del planeta.
Con los triunfos llegaron a espuertas el dinero y la fama: Tony Hawk, el Michael Jordan del monopatín, se llevó a Ryan de gira, impresionado por su habilidad. Rodó vídeos en Barcelona, Australia o Nueva Zelanda, copó las portadas de diarios y revistas y fue nominado al Oscar de los deportes, el premio Laureus, al Deportista Alternativo del año, que no ganó por los pelos. Su agenda está repleta porque además entrena religiosamente 22 horas semanales, así que el colegio puede esperar. ¿Lo necesita alguien que a los diez años ya tenía un 'sponsor'?
Big air Ollie
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